AutorJaime Bayly

Un amor del tamaño del mar

U

    La señora que viene los fines de semana a limpiar la casa se llama Luisa Pastora. Es paraguaya. Habla como paraguaya. Es una delicia escucharla. Tiene un acento musical. No ha cumplido cuarenta años. Tiene apenas treinta y ocho. Lleva diez años viviendo en este país. Luisa Pastora dejó a sus dos hijos en Asunción antes de venir a los Estados Unidos. Entonces tenían cinco y tres años...

María que estás en los cielos

M

    En estos días de fiestas en los que uno se vuelve sentimental, extraño a María y a Hilda, dos hermanas inseparables, dispuestas al trabajo más duro, que me acompañaron durante años, vigilando y organizando todos los detalles de mi vida doméstica. Las conocí cuando compré esta casa hace exactamente diez años. La vendedora de la casa, una mujer muy lista, de buen corazón, me dijo que...

El candidato y el vampiro

E

    El candidato presidencial, de paso por Miami, le escribe un correo electrónico a Barclays, diciéndole que le gustaría verlo. Sería un error suponer que echa de menos a Barclays o desea verlo en privado: lo que quiere es que Barclays lo entreviste en su programa de televisión, un espacio que se ve en los Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Por eso le dice: -Estoy a tu...

El silencio de la hija mayor

E

Barclays está triste y confundido porque el día de Acción de Gracias su hija mayor, Camelia, de veintisiete años, no le escribió un correo saludándolo y diciéndole gracias. Barclays se pregunta: ¿Está molesta o resentida conmigo? ¿Hice algo contra ella? ¿Escribí algo que no le gustó y le cayó mal? ¿Me he ganado su silencio? Barclays se comunica con sus dos hijas mayores mediante correos...

El argentino incomprendido

E

El hotel Hilton de Puerto Madero, en Buenos Aires, había sido inaugurado recientemente, con el advenimiento del milenio. Era una edificación moderna y deslumbrante, una joya arquitectónica que parecía un museo de los viajeros ensimismados, de las mujeres con aire triste, de los amores furtivos, de la gente bella y confundida. Barclays, escritor itinerante, había roto su pacto antiguo de lealtad...

El ofuscado ciclista de amarillo

E

Dos ciclistas con atuendos deportivos amarillos pasaron raudamente y uno de ellos le gritó a Barclays: -¡Traidor! Eran las cinco de la tarde y Barclays estaba dando su paseo vespertino por las calles apacibles de la isla donde vivía. Al oír dicho insulto repentino, se quedó helado, estupefacto, sin reacción. En los veinticinco años que llevaba viviendo en aquella isla de gente ensimismada, nunca...

El vendedor de drogas

E

Después de un día largo concediendo entrevistas en un hotel para promocionar su nueva novela, fatigado de tanto hablar de sí mismo y de sus libros, convencido de que esas entrevistas serían perfectamente inútiles, Barclays, escritor mediocre pero testarudo, escritor irrelevante pero prolífico, salió del hotel en Nueva York a dar un paseo. Era tarde, pasada la una de la mañana, y sabía que no...

El rezo del agnóstico

E

Cuando Beltrán era un niño, su madre le decía que había nacido para ser sacerdote, obispo, arzobispo, cardenal, eventualmente papa, sumo pontífice. Rezaban el rosario en latín todas las tardes, sentados en una banca, frente a la gruta de la virgencita, en uno de los jardines de la casona en el campo. El niño era inmensamente feliz rezando con su madre. A los siete años, hizo la primera comunión...

Es el fin, debo partir

E

Todos los domingos el niño García visitaba a su padre en la cárcel. Su padre era un preso político: lo habían confinado en una mazmorra porque militaba en un partido de izquierdas que había sido proscrito por la dictadura militar. El niño admiraba a su padre, lo escuchaba con veneración. Lo veía como un quijote, un idealista, un defensor de los pobres. Aunque su padre había sido acusado de...

Putas en el cielo

P

Sonó el timbre de la casa. El niño Jimmy Barclays abrió la puerta. Era el carpintero Aníbal Francia. -¿Puedo hablar con tu papá? -preguntó el señor Francia. El niño corrió donde su padre, el señor James Barclays, que estaba oyendo un programa de radio en inglés de la BBC de Londres. -Papá, ha venido el señor Francia -le dijo-. Quiere hablar contigo. El señor Barclays miró a su hijo con gesto...

Redes sociales