AutorJaime Bayly

Una ninfómana como yo

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No se confundan, yo soy una señora gorda de derechas, de derechas extremas, extremistas, pero no de derechas trasnochadas, conservadoras, sino de derechas libertarias, modernas, es decir las que nunca ganan las elecciones. Mis principales enemigos, además de los truchimanes de izquierdas, que son todos unos haraganes, unos memos, unos buenos para nada, son los curas y los militares, en ese orden...

La hombría y el éxtasis

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Me hice aficionado al fútbol, a jugarlo y a verlo, a seguirlo por la televisión y en los estadios, desde muy niño. Mi padre deploraba o menospreciaba el fútbol, le parecía un juego vulgar, plebeyo, para brutos o bellacos. Vivíamos en una gran casa de diez mil metros cuadrados en el campo, a una hora de la ciudad. No teníamos vecinos, los terrenos al lado de la casa eran extensiones baldías...

El Papa, mi madre Dorita y Gareca

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Gracias a los buenos oficios del Cardenal peruano Juan Luis Cipriani, mi madre Dorita y el entrenador de la selección peruana de fútbol, Ricardo Gareca, fueron citados un domingo por la mañana, muy temprano, en el Palacio Arzobispal de Lima, para reunirse con el Papa Francisco, quien estaba de visita en la ciudad. Dorita era íntima amiga de Cipriani de toda la vida, ambos pertenecían al Opus Dei...

Yo amo a mi prima

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Cuando tenía diez años y mi madre me decía que había nacido para ser sacerdote y seguir los designios del Señor, me enamoré de una prima. Se llamaba Irene. Era preciosa, un sueño, una diosa incipiente esculpiéndose a mis ojos. Tenía mi edad, era apenas unos meses menor que yo. Yo la veía, el pelo negro, los ojos almendrados, los labios juguetones, la mirada preñada de promesas y placeres, y...

Córtate el pelo

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Estando de paso por Lima durante las fiestas de fin de año, decidí imitar un fragmento de una película que había visto recientemente, Darkest Hour, una escena en la que Churchill baja al metro de Londres en mayo de 1940, cuando parece que las tropas inglesas van a ser masacradas en Dunkerque y la invasión nazi a Gran Bretaña es inminente e inevitable, y pregunta a la gente de un vagón del...

Una puta elegante y veterana

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Estábamos tan cómodos en Lima que no fue fácil partir a Buenos Aires. Lima tiene un oculto poder narcótico que te seda, envuelve, embruja y paraliza: ya no quieres irte, sobre todo porque llegar al aeropuerto es un descenso a los quintos infiernos. Todas las querellas y reproches a la ciudad se disuelven cuando sales a comer y te permites un banquete francamente obsceno. Lima no te atrapa por los...

La venganza del aduanero

L

Llegué extenuado a Lima. Era un viernes por la noche. Llevaba dos maletas llenas de regalos. Tardaron en salir. Había mucha gente en el aeropuerto. Era previsible, faltaban dos días para las fiestas navideñas. No estaba en buenas condiciones de salud. Había dormido apenas cuatro horas la noche anterior. Me sentía exhausto, me dolía la cabeza, no había podido dormir en el avión, había tomado...

A mi derecha, el abismo

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El hijo menor de Alberto Fujimori ha salvado, por el momento, la presidencia comatosa de Pedro Pablo Kuczynski. Kenji Fujimori y otros nueve congresistas afines a él se abstuvieron de votar en la sesión que aspiraba a despojar del cargo al presidente peruano, acusándolo de incompetencia moral. Esos diez congresistas, pertenecientes al partido fujimorista, decidieron romper con la línea oficial...

Yo podría estar en la cárcel

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Yo podría estar en la cárcel. Que no me hayan confinado en un calabozo hediondo y me encuentre disfrutando de la libertad en una isla, puede atribuirse a una de las siguientes razones, o a varias, sumadas: las incesantes plegarias de mi madre para salvar mi alma han sido atendidas; la buena fortuna astral me sonríe casi siempre; el burro, quiero decir yo mismo, de pronto toca la flauta; y a las...

Carta a mi hijo James

C

Querido hijo: ¡Cuánto me hubiera gustado conocerte! ¿Podríamos haber sido felices, muy felices? Quiero creer que sí. El destino nos negó esa suerte. Bien sabes que la vida es todo menos justa. Toda la vida soñé tener un hijo como tú. Quería ser padre de un hijo y forjar una amistad indestructible con él. Quería que fuésemos un equipo inseparable, unido por tres cosas básicas: el humor (quiero...

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