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Mujeres que pasan de los hombres

M

Cuando los Barclays se enamoraron, James tenía cuarenta y cinco años y Sarah veintidós. Ambos eran bisexuales. James había tenido un novio sin ocultarlo durante siete años. Todavía adolescente y en un colegio alemán, Sarah se había enamorado de su profesora austríaca, sin ser correspondida. Tal vez porque ella misma era bisexual, Sarah no se asustó de que James tuviese un novio. Lejos de...

Soy argentino, a mucha honra

S

Me llevo muy bien con los argentinos, a pesar de que en América Latina tienen fama de pedantes, de presumidos, de jactanciosos, de mirarnos a los demás por encima del hombro, de no sentirse latinoamericanos, sino europeos. Buenos Aires, aunque les duela a los latinoamericanos acomplejados que tienen fobia a todo lo argentino (o sea, fobia a mí también, porque yo soy argentino por elección...

Problemas de gente rica

P

    Arrellanado como un viejo poltrón, repantigado como un mamífero perezoso, Mr. Barclays extiende sus dominios adiposos en el asiento de British Airways, primera clase, que lo lleva a Londres, al tiempo que su esposa y su hija duermen. ¿Está cómodo Mr. Barclays en su asiento cama? No, no lo está. Tiene un problema urgente: le pica la espalda. Normalmente, es su esposa, abnegada, quien...

Y me fui a bailar solo a un rincón oscuro

Y

El actor Diego Berni, al salir del clóset, ha acusado al escritor Jaime Belli: -Tuvimos una relación corta y fallida, pero él me dejó para irse con mi mejor amiga. ¿Es cierto que Belli dejó a Berni para irse con la joven Casandra Mesías? ¿Es cierto que Casandra era la mejor amiga de Diego Berni? Habla Berni: Yo le dije a Belli para encontrarnos esa noche en el Nirvana. Nos encantaba esa discoteca...

El actor sale del clóset

E

Por fin, a sus cincuenta y cuatro años, el actor Soplapollas ha salido del clóset. Tres décadas después de que el escritor Tragasables saliera del clóset al publicar su escandalosa novela Salsipuedes, el actor Soplapollas ha hecho acopio de coraje, ha concedido una entrevista al programa de alta audiencia de la señora Chupacabras y ha confesado, como quien confiesa un crimen o una ruindad moral...

Rosa ha fallecido para mí

R

Eran dos parejas inseparables. Celebraban la amistad en sus encuentros tan frecuentes. Viajaban juntas a las Bahamas, a las Baleares, a Estambul, a la Polinesia Francesa. Alquilaban yates y salían a navegar. Pasaban la mayor parte del tiempo en Miami. No había fin de semana en que no salieran a cenar en los mejores restaurantes de la ciudad. Nacido en Buenos Aires, Agustino Cortázar, de familia...

El rehén desnudo

E

A Mike Barclays lo secuestraron en el prostíbulo más elegante de la ciudad. Todo ocurrió tan rápido que los malhechores le pusieron una capucha negra, le ataron las manos y se lo llevaron, desnudo. Las prostitutas, todas jovencitas de sorprendente belleza, lloraron, desconsoladas, pues querían mucho a Mike, por lo amable que era con ellas y las generosas propinas que les dejaba. Los...

Cómo me hice amigo de la Reina Isabel

C

    Estando de paso por Lima, conocí a la Reina Isabel. La conocí pasada la medianoche, en casa de mi hermano José. Como yo, la Reina estaba subida de peso, pero su llamativo abdomen no parecía acomplejarla. La Reina Isabel me saludó con cariño, saludó a mi esposa Silvia y nos dijo que estaba tomando pisco desde el mediodía. En verdad, lucía bastante alicorada. Exhalaba un rancio...

Lima, tantos meses después

L

    Un mes antes de viajar a Lima, me sometí a una dieta estricta. Estaba realmente gordo y me avergonzaba. Tenía miedo de que mi madre Dorita se escandalizara al ver mi sobrepeso. No nos habíamos visto en treinta meses. No quería decepcionarla. Dejé de comer chocolates y helados, quesos y jamones, salmón y caviar. Dejé de comer todo lo rico y tentador que hay en este mundo. Me condené...

Un bello suicidio literario

U

    Era el verano de 1994 en Miami. Estaba jugándose el mundial de fútbol en los Estados Unidos. Hacía un calor endemoniado. Yo estaba alojado en el piso más alto de un hotel en Miami Beach, frente a la playa, en la avenida Collins y la calle 16. Salí al balcón, sentí vértigo al mirar abajo y me pregunté: -¿Salto o no salto? ¿Tengo huevos para matarme o soy un cobarde? Me había quedado...

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