“Con trágicos resultados, el animal humano nunca cesa de esforzarse para ser algo que no es. Los gatos no hacen ese esfuerzo. Ellos poseen, al nacer, una felicidad que los humanos generalmente fracasan en alcanzar”. (John Gray, “Los gatos y el significado de la vida”). Hace unos años, cuando vivía a solas en una isla apacible de familias acomodadas, Barclays, escritor...
La revolución de los matones
Era una fría y soleada mañana de enero en la capital de la nación. El presidente había dormido sus habituales cinco horas, desayunado viendo la televisión y leído en diagonal el discurso flamígero que le había escrito uno de sus asesores en la sombra. -Hoy voy a pronunciar el discurso más importante de mi vida -pensó. No se lo dijo a su esposa de origen centroeuropeo porque ella aún...
Todas las familias infelices
El enigmático empresario hotelero Joseph Koch tenía fama de homosexual encubierto porque, con cuarenta años, no se había casado, no tenía novias, no tenía hijos, no parecía tener interés en las mujeres. Vivía en una casa hacienda en las afueras de la ciudad, rodeado de plantaciones de orquídeas salvajes, custodiado por un puñado de perros. Sus grandes pasiones, además de las...
Un amor del tamaño del mar
La señora que viene los fines de semana a limpiar la casa se llama Luisa Pastora. Es paraguaya. Habla como paraguaya. Es una delicia escucharla. Tiene un acento musical. No ha cumplido cuarenta años. Tiene apenas treinta y ocho. Lleva diez años viviendo en este país. Luisa Pastora dejó a sus dos hijos en Asunción antes de venir a los Estados Unidos. Entonces tenían cinco y tres años...
María que estás en los cielos
En estos días de fiestas en los que uno se vuelve sentimental, extraño a María y a Hilda, dos hermanas inseparables, dispuestas al trabajo más duro, que me acompañaron durante años, vigilando y organizando todos los detalles de mi vida doméstica. Las conocí cuando compré esta casa hace exactamente diez años. La vendedora de la casa, una mujer muy lista, de buen corazón, me dijo que...
El candidato y el vampiro
El candidato presidencial, de paso por Miami, le escribe un correo electrónico a Barclays, diciéndole que le gustaría verlo. Sería un error suponer que echa de menos a Barclays o desea verlo en privado: lo que quiere es que Barclays lo entreviste en su programa de televisión, un espacio que se ve en los Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Por eso le dice: -Estoy a tu...
El silencio de la hija mayor
Barclays está triste y confundido porque el día de Acción de Gracias su hija mayor, Camelia, de veintisiete años, no le escribió un correo saludándolo y diciéndole gracias. Barclays se pregunta: ¿Está molesta o resentida conmigo? ¿Hice algo contra ella? ¿Escribí algo que no le gustó y le cayó mal? ¿Me he ganado su silencio? Barclays se comunica con sus dos hijas mayores mediante correos...
El argentino incomprendido
El hotel Hilton de Puerto Madero, en Buenos Aires, había sido inaugurado recientemente, con el advenimiento del milenio. Era una edificación moderna y deslumbrante, una joya arquitectónica que parecía un museo de los viajeros ensimismados, de las mujeres con aire triste, de los amores furtivos, de la gente bella y confundida. Barclays, escritor itinerante, había roto su pacto antiguo de lealtad...
El ofuscado ciclista de amarillo
Dos ciclistas con atuendos deportivos amarillos pasaron raudamente y uno de ellos le gritó a Barclays: -¡Traidor! Eran las cinco de la tarde y Barclays estaba dando su paseo vespertino por las calles apacibles de la isla donde vivía. Al oír dicho insulto repentino, se quedó helado, estupefacto, sin reacción. En los veinticinco años que llevaba viviendo en aquella isla de gente ensimismada, nunca...
El vendedor de drogas
Después de un día largo concediendo entrevistas en un hotel para promocionar su nueva novela, fatigado de tanto hablar de sí mismo y de sus libros, convencido de que esas entrevistas serían perfectamente inútiles, Barclays, escritor mediocre pero testarudo, escritor irrelevante pero prolífico, salió del hotel en Nueva York a dar un paseo. Era tarde, pasada la una de la mañana, y sabía que no...