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La vida allá abajo

L

Como ahora todo o casi todo se compra por internet, desde el celular o la computadora, sin salir de casa, mi esposa, que desde niña vivió con una perrita, y echaba de menos la compañía canina, compró, sin consultarme, porque sabía que me opondría, al perrito Leo, que había nacido en Iowa y era un bebé de tres meses, una mezcla de poodle con bichón frisé. Una vez que pagó por el perrito y le...

El desmayo y el testamento

E

El escritor, quién lo diría, está sentado sobre una fortuna nada desdeñable. Posee un patrimonio considerable, que, en su juventud, cuando soñaba con ser un artista austero pero libre, no imaginó que sería capaz de amasar. Una parte de esa riqueza, digamos la tercera parte, proviene de su trabajo en la televisión, oficio que fatiga con moderado éxito hace más de tres décadas. La mayor parte de su...

Fuimos nubes, seremos nubes

F

Viajar por puro placer, y nosotros lo hacemos todos los meses, descuidando la educación convencional de nuestra hija de siete años en la escuela, arriesgándome a que me despidan de la televisión por ser tan holgazán, parte de una premisa capital: si bien somos razonablemente felices acá donde vivimos, donde hemos elegido vivir, podríamos ser más felices allá, en esa otra ciudad, cercana o lejana...

Un loco suicida

U

Antes de subir al avión que nos traería de regreso a casa, estábamos todos bien de salud. El vuelo salió temprano de Los Ángeles, cruelmente temprano para mis estándares. ¿Por qué elegimos ese vuelo, cuyo horario de salida no parecía el más cómodo? Porque de los siete vuelos diarios que hay entre Los Ángeles y Miami, el que sale a las nueve de la mañana es el avión más confortable, un triple...

Las casas en las que nunca viviré

L

Volar de Miami a Los Ángeles, si no hay contratiempos, si el vuelo de American no sale demorado, se hace largo y pesado, aun si consigo escribir durante el vuelo, o si encuentro una buena película que acelere el paso del tiempo. En teoría, son cinco horas, pero uno sale de casa a las tres de la tarde y llega al hotel, extenuado, sediento, la lengua afuera, diez horas después, y eso que no...

Uno de los nuestros

U

No contesto llamadas en el celular. Solo escucho los mensajes. Pero ese mensaje parecía importante. Un amigo en Washington, con influencia en los círculos de poder, me pedía que lo llamase con urgencia. No vacilé en hacerlo. Me pidió que me reuniese cuanto antes con un venezolano que estaba en Miami. No me dijo de qué se trataba. Me dio el nombre del venezolano. Me dijo que era “uno de los...

Tu hija no será feliz

T

Estaba de paso por Lima, un viaje de apenas seis días, para presentar, en la feria del libro, ante centenares de personas, una novela en clave de humor, titulada “Pecho Frío”, y acompañar a mi esposa Silvia en la presentación de su libro “Nunca seremos normales”, un acto que fue desbordado por más de mil personas, principalmente lectoras jóvenes. Quería ver a mi madre, abrazarla, pero no sabía si...

Todos los amores entreverados

T

Jimmy Barclays, cincuentón, ricachón, tirando a gordinflón, es bisexual y no lo oculta, pero casi nadie le cree. Algunos piensan que, si a Barclays le gustan los hombres, es gay y punto, solo que no se atreve a decir soy gay y qué, porque se cree más interesante o misterioso diciendo que es bisexual y sus pulsiones eróticas oscilan, veleidosas, impredecibles, como las fuerzas del viento. Otros...

La revista del pecado

L

Cuando Jimmy Barclays era un niño y se creía inmortal y corría sin esfuerzo como si estuviese caminando, su padre, cojo, pistolero, cazador de animales, militar frustrado, y su madre, beata, santurrona, pía entre las pías, devota a tiempo completo, lo veían con creciente preocupación por un número de hechos aciagos o inquietantes para ellos, a saber: Jimmy no quería disparar pistolas ni matar...

El indocumentado

E

Solo en su casa, comiendo más chocolates de los que debiera (una de las pocas ventajas de estar solo es que su esposa no le controla la dieta), harto del calor espeso, sofocante, que se abate viciosamente sobre los habitantes de la isla (la mayor parte de los cuales ha escapado, apenas los niños salieron de vacaciones del colegio), Jimmy Barclays, el hombre que desde niño se ha jactado de saber...

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