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Una deuda impagable

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El vuelo directo a Barcelona dura ocho largas horas. Desde Miami, se llega más rápido a Barcelona que a Buenos Aires. Silvia y yo nos acomodamos en primera, cortesía de nuestra agente de viajes, que nos elevó de clase ejecutiva, a costo cero. Mi mujer me prohíbe tomar pastillas durante el vuelo. Desde que me diagnosticaron que soy bipolar y me suprimieron las pastillas para dormir, salvo una...

Nos vemos en la farmacia

N

Caminando por una de mis calles favoritas de Miami, Lincoln road, una señora baja, rolliza, con anteojos, me detuvo y dijo, con marcado acento cubano: -Chico, Baylys, ven acá, ¡cómo has engordado! -Lo que pasa es que en la televisión parezco más flaco –me defendí, sin mucha convicción. -No me mientas –dijo ella, abanicándose con un periódico arrugado-. Has engordado cantidad. -Bueno, sí, un...

Pancho, claro

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Estoy caminando por el aeropuerto de Miami cuando un hombre de mediana edad se me acerca, abre los brazos como si quisiera abrazarme, sonríe por alguna razón que ignoro y me dice: -¿Te acuerdas de mí? Es una pregunta cruel, terrible, que me llena de angustia y me deja sin palabras. Por supuesto, no sé quién es, no tengo el más vago recuerdo de quién podría ser esa persona que me sonríe con tanta...

Un vuelo accidentado

U

Estaba exhausto cuando entré en el avión. Eran las seis de la mañana. Necesitaba dormir todo el vuelo de Miami a San Francisco. Me senté al lado de la ventana, bajé las persianas, me puse un antifaz negro y tapones de goma en los oídos, y me dispuse a descansar. Ya casi dormía cuando una azafata me despertó: -Señor, tiene que subir las persianas para el despegue. Sonreí a duras penas con una...

Mi honor estaba en juego

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Mi hermano Andy cumplió años y decidimos celebrarlo jugando un partido de fútbol. Increíblemente, éramos ocho hermanos hombres, así que nuestro equipo estaba completo. Había jugado mi último partido de fútbol un par de años atrás, con amigos escritores chilenos, en una cancha de cemento de Viña del Mar, pero no salí bien parado de ese juego, pues me dejó con un desgarro muscular y una lesión en...

Tortuga obesa

T

Corría una brisa fresca en Miami. Apurado, terminé de empacar y subí a la camioneta. Llevaba una maleta llena de regalos para mi madre y sus incontables empleadas domésticas. Llegando al aeropuerto, advertí la presencia de un hombre uniformado, al que hice señas de inmediato. -Maletero, ¿me ayuda por favor? –le dije. -Se ha confundido, señor –respondió-. No soy maletero. -¿Y entonces por qué...

Fuego en la matiné

F

Corría el verano de 1981. Yo acababa de cumplir dieciséis años y era reportero policial del diario “La Prensa” de Lima, al que había entrado a trabajar el verano anterior, durante mis vacaciones escolares, como practicante o aprendiz, encargado de cortar los despachos cablegráficos de la página internacional, bajo las órdenes de un viejo jorobado y gruñón, don Arnaldo Zamora, mi primer jefe, un...

Mi primera clase de spinning

M

Estaba estirándome en la cama un domingo cuando Silvia me preguntó: -¿Por qué no vienes al spinning conmigo? Había dormido bastante y me venía bien sudar un poco, así que decidí acompañarla. Silvia me advirtió de que la clase sería dura para un principiante como yo, pero me reí y le dije que sería un juego. -Tu clase de spinning me va a servir de calentamiento, antes de hacer mi rutina en el...

Discrepo, mamá

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-¿Por quién vas a votar, mamá? -Por Alan, Jaimín. No lo dudo. Por Alan. -¿Por qué? -Porque es mi amigo. Siempre me atiende las llamadas. Y cuando le pido un favor, me cumple. -¿Qué favores le pides, se puede saber? -No te voy a contar. Después lo cuentas en tu columna. -¿Y tú crees que Alan va a ganar? -Sí. No creo. Estoy segura. ¡Segurísima! -Pues yo no. No creo que pase a la segunda vuelta. La...

La maestra de yoga

L

El año pasado, una escritora argentina, maestra de yoga, conferencista internacional, guía espiritual de celebridades, vino al programa a presentar su libro. La entrevisté con gran placer. Me pareció inteligente, refinada, precisa para exponer sus ideas. Pero, sobre todo, la encontré enormemente atractiva: alta, delgada, ojos marrones, almendrados, que lo miraban todo con gran curiosidad, y un...

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