Eran dos parejas inseparables. Celebraban la amistad en sus encuentros tan frecuentes. Viajaban juntas a las Bahamas, a las Baleares, a Estambul, a la Polinesia Francesa. Alquilaban yates y salían a navegar. Pasaban la mayor parte del tiempo en Miami. No había fin de semana en que no salieran a cenar en los mejores restaurantes de la ciudad. Nacido en Buenos Aires, Agustino Cortázar, de familia...
El rehén desnudo
A Mike Barclays lo secuestraron en el prostíbulo más elegante de la ciudad. Todo ocurrió tan rápido que los malhechores le pusieron una capucha negra, le ataron las manos y se lo llevaron, desnudo. Las prostitutas, todas jovencitas de sorprendente belleza, lloraron, desconsoladas, pues querían mucho a Mike, por lo amable que era con ellas y las generosas propinas que les dejaba. Los...
Cómo me hice amigo de la Reina Isabel
Estando de paso por Lima, conocí a la Reina Isabel. La conocí pasada la medianoche, en casa de mi hermano José. Como yo, la Reina estaba subida de peso, pero su llamativo abdomen no parecía acomplejarla. La Reina Isabel me saludó con cariño, saludó a mi esposa Silvia y nos dijo que estaba tomando pisco desde el mediodía. En verdad, lucía bastante alicorada. Exhalaba un rancio...
Lima, tantos meses después
Un mes antes de viajar a Lima, me sometí a una dieta estricta. Estaba realmente gordo y me avergonzaba. Tenía miedo de que mi madre Dorita se escandalizara al ver mi sobrepeso. No nos habíamos visto en treinta meses. No quería decepcionarla. Dejé de comer chocolates y helados, quesos y jamones, salmón y caviar. Dejé de comer todo lo rico y tentador que hay en este mundo. Me condené...
Un bello suicidio literario
Era el verano de 1994 en Miami. Estaba jugándose el mundial de fútbol en los Estados Unidos. Hacía un calor endemoniado. Yo estaba alojado en el piso más alto de un hotel en Miami Beach, frente a la playa, en la avenida Collins y la calle 16. Salí al balcón, sentí vértigo al mirar abajo y me pregunté: -¿Salto o no salto? ¿Tengo huevos para matarme o soy un cobarde? Me había quedado...
Rodaré como una bola de púas por la calle Mayor
Escritor itinerante, haragán sin culpa (ha elegido ser un escritor precisamente para no trabajar), charlatán profesional, Barclays lee el ensayo de Isaiah Berlin, “El erizo y el zorro”, y se pregunta: -¿Soy un erizo o un zorro? Isaiah Berlin divide al mundo en erizos y zorros: -Mientras el zorro sabe de muchas cosas, el erizo sabe mucho de una sola cosa. El erizo vive de noche, come...
La guerra contada por un espía
El periodista Barclays viaja a la ciudad de Washington, acude a la hora pactada al bar de The Hamilton, un sótano de aire conspirativo a pasos de la Casa Blanca, en la calle 14 esquina con la F, y se reúne con un asesor de seguridad nacional que trabaja en los servicios de inteligencia del gobierno y es amigo suyo desde los tiempos en que vivió en esa ciudad, hace treinta años. Tras...
¿Es Barclays hincha del Madrid?
-El miércoles a las tres de la tarde tenemos que ir al colegio nuevo -le dice a Barclays su esposa Silvia. -Imposible -responde Barclays-. Tengo una reunión de trabajo. No puedo ir. -¿Una reunión de trabajo? -se sorprende Silvia-. ¿Con quién? -Con unos ingleses -responde Barclays. -¿Con unos ingleses? -desconfía Silvia-. ¿Han venido a Miami? ¿Son de la televisión? -No, no vamos a...
El buen forastero
No es fácil llegar a Punta del Este, si el viaje se emprende desde Miami. Debería operar un vuelo directo: no lo hay. No pudiendo volar directo a Punta del Este, debería ofrecerse, al menos, un vuelo diario, sin escalas, a Montevideo: no lo hay la mayor parte del año, solo se ofrece por temporada, durante el verano uruguayo, y ya siendo marzo, ese vuelo diario de Miami a...
Una noche en el malecón
Nada tiene lógica, salvo el azar: corría el año 1986 y yo perpetraba un programa de televisión en Santo Domingo, of all places. Era un programa sobre política internacional, asunto del que no sabía nada y los panelistas invitados, menos que nada. Se podría decir entonces que era un programa sobre la nada misma o, visto de otro modo, uno de corte autobiográfico. Nada más pisar el...