Hace exactamente veinte años, una severa e inesperada crisis de insomnio me emboscó, se ensañó conmigo y me redujo a escombros. Yo tenía treinta y siete años, una edad temprana para morir, y vivía solo, en una casa vieja, llena de arañas, hormigas y cucarachas, en una isla tropical a quince minutos en auto del centro de Miami, escribiendo una novela triste sobre un amor desventurado...
Mis ángeles guardianes
Hace exactamente veinte años, una severa e inesperada crisis de insomnio me emboscó, se ensañó conmigo y me redujo a escombros. Yo tenía treinta y siete años, una edad temprana para morir, y vivía solo, en una casa vieja, llena de arañas, hormigas y cucarachas, en una isla tropical a quince minutos en auto del centro de Miami, escribiendo una novela triste sobre un amor desventurado...
Una entrevista con mi hermana
Hace pocas semanas, mi hermana Doris Bayly perdió la vida en un accidente en bicicleta, en Máncora, al norte del Perú. Hace catorce años, estuve a punto de perder la vida en un accidente en bicicleta en Madrid, en la avenida Menéndez Pelayo, al lado del parque del Retiro. Todavía recuperándome de aquel accidente, escribí un relato titulado “El ciclista volador”, publicado en...
¿Te puedo tocar un ratito el pelo?
Me llevaba bien con ella, aunque tampoco era su amigo. Soledad, hasta donde yo sabía, no tenía amigos. En realidad, sí los tenía, pero eran todos de mentira, imaginarios. Vivían con ella en sus libros y en su casita del árbol. Se quedaba allá arriba hasta que anochecía, sola, siempre sola, pues nadie más podía subir a esa casita. Venía entonces a la casa grande con un aire ensimismado...
La ridícula idea de no volver a verte
No alcancé a llegar a tiempo al funeral de mi hermana mayor, que murió atropellada en una autopista, montando en bicicleta. Mi esposa, nuestra hija y yo estábamos ya sentados en la fila siete del vuelo que nos llevaría al sepelio, pero, por mal tiempo, una tormenta repentina, nunca despegó, regresó a la puerta de embarque y nos sugirieron bajar del avión. Nuestra hija rompió...
Doris
Ha muerto Doris. Ha perdido la vida en un accidente, montando en bicicleta cerca del mar. Tenía cincuenta y nueve años. Era un alma pura, un espíritu noble. En su sonrisa cabía todo el amor del mundo. Amaba a un pintor de pocas palabras y sobrado talento. Tenían dos hijos jóvenes. Eran felices de un modo discreto, sin hacer alarde. Vivían como artistas libres en un pueblo cerca del...
Vargas Llosa y sus dos mujeres
El escritor de capa caída Barclays y el fogoso conspirador político Álvaro Vargas Llosa se encuentran casualmente en un restaurante. Se ven a la distancia con frialdad o con desdén o con rencor. No se saludan. ¿Por qué no se saludan, si fueron grandes amigos? Porque hace quince años dejaron de ser amigos. ¿Por qué dejaron de ser amigos? Cada uno tiene su propia versión del modo...
Memorias de un parricida
Rodeado de libros leídos y por leer, de manuscritos inéditos que envían escritores o aspirantes a escritores, de papeles viejos y cuentas pagadas y contratos expirados, Barclays decide que, como está comenzando el año, comprará una máquina trituradora y hará trizas esa cordillera de montañas hechas de papeles antiguos que circundan su mesa de trabajo. No sabe que, al hacerlo...
Mi pasado criminal
Cuando tenía veinte años, en 1985, robé un traje de baño en una tienda por departamentos en Denver, Colorado. No necesitaba dicha prenda. Era invierno en Denver. La robé por pura diversión idiota. Como no me pillaron, pensé que era un genio y que debía seguir robando. Me encontraba en Denver visitando a un amigo, hijo de argentinos acaudalados, que estudiaba en esa ciudad. En...
El político es un tiburón
Mi problema con los políticos es que, sean de izquierda o de derecha, no les creo nada. ¿Por qué no les creo nada? Porque, ávidos por llegar al poder, los políticos no creen en nada. Quiero decir: creen en tales o cuales ideas, defienden tales o cuales convicciones, presentan tales o cuales planes, no porque estén genuinamente convencidos de todo eso, sino porque les conviene...