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Todos menos Alemania

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Estamos a pocos días de que comience el mundial de fútbol. Espero con impaciencia ese momento. No pienso perderme un solo partido. La cita con el fútbol es sagrada, lo ha sido desde que era niño, no importa si hay que madrugar para no perderse un juego. No he querido comprar boletos para ir a Rusia a ver los partidos de Perú o Argentina. No he asistido nunca a un mundial. Me da una pereza...

Las bestias salvajes del deseo

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Me enamoré perdidamente de Carlos Manuel Montalbetti, sin darme cuenta de que me había enamorado perdidamente, cuando tenía diecinueve años y era estudiante de una universidad en Lima. Carlos Manuel era de corta estatura, aficionado al gimnasio, buen jugador de fútbol, fumador ocasional de marihuana. Se distinguía por su humor sarcástico, corrosivo, siempre burlándose de alguien, y por su...

Cuando viajar es una tortura

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UNO No hay vuelos directos entre Miami y Vancouver. Decidimos volar a Nueva York, pasar una noche en la gran ciudad, saludar a mis hijas y tomar el vuelo a Vancouver de Cathay Pacific. Pero esa aerolínea de Hong Kong nos hace saber que nuestro perrito Leo, de tres meses, no es bienvenido en la cabina. Devolvemos los boletos y compramos otros en Air Canada entre Nueva York y Vancouver. Me quedo...

¿Dónde diablos está mi corona?

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Habíamos llegado finalmente a las montañas de Whistler, en British Columbia, después de volar ocho horas desde Miami, pasando por Nueva York y Vancouver, y tras manejar un par de horas por una ruta alucinantemente bella, como si estuviéramos viendo una película o un documental sobre los prodigios de la naturaleza: montañas recortadas de pinos, montañas rocosas, lagos, islas, puentes de vistas...

Los perros al poder

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Mañana viajaremos a Nueva York. Queremos visitar a mis hijas mayores. Hace meses que no las veo. Las extraño mucho. Llevaremos a nuestro perrito de apenas tres meses. No sé cuán complicado será viajar con él. Me preocupa que se asuste en el avión. Cuando nos lo mandaron desde Iowa encerrado en una jaula en el área de carga del avión, llegó traumatizado. Espero que este viaje le sea leve. Por...

El amor es una rendición

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Si no fuera por el amor de mi esposa, ya estaría muerto. Si no fuese por el cariño de mi hija menor, yo sería un cadáver. Ellas me han salvado la vida, o me han insuflado una existencia placentera que había perdido, o que creía no merecer. Estos últimos años con ellas han sido memorables. No conozco a nadie más ocioso que yo. Vivo para descansar, no descanso para vivir. Cuento los días para salir...

Leal a mis enemigos

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Yo he sido siempre un periodista de opinión. Cuando todavía era menor de edad, con apenas diecisiete años, el diario “La Prensa” de Lima me dio una columna, “Banderillas”, que se publicaba diariamente, y en la que clavaba o plantaba, como pullas ardientes, sobre el lomo de los mansos o chúcaros políticos, mis opiniones insolentes, atrabiliarias. Es decir que, aun antes de aparecer en la...

Ya ni mis calzoncillos son míos

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Finalmente, ha llegado Leo. Leo es un cachorro marrón, de tres meses, raza bichon-poodle, pelo ensortijado, ojos que miran con inocencia y ternura, una colita que se mueve neuróticamente cuando lo acaricias y le hablas en un idioma, el español, en el que no le habían hablado en Iowa, donde nació. Leo, qué suerte tienes de que Silvia, mi esposa, te haya elegido, contrariando expresamente mis...

El perro o yo

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-Tengo una buena noticia –dijo mi esposa, cuando desperté, pasado el mediodía. Mirándome con expresión risueña, añadió: -He comprado un perro. Quedé sorprendido: siempre que habíamos hablado de la posibilidad de tener un perro en la casa, le había pedido que ni lo pensara, pues yo me oponía de un modo rotundo, ajeno a toda duda. -¿Me estás preguntando si podemos comprar un perro, o me estás...

La felicidad en otra parte

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DOMINGO Mi hermano, el cazador, próspero empresario de carnes, listo, listísimo, el más listo de los diez hermanos, el más divertido también, nos invita a almorzar en un restaurante francés cerca de casa. Llegamos tarde, hacia las tres, porque él viene de su casa en la playa, noventa kilómetros al sur. Tan pronto como entramos, distingo por el rabillo del ojo la presencia de un ex presidente alto...

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