Llegué al aeropuerto de Guayaquil un jueves a medianoche en un vuelo procedente de Miami. Entregué mi pasaporte azul de los Estados Unidos al agente uniformado de migraciones. Su primera pregunta me sorprendió: -¿Cuándo fue la última vez que vino al Ecuador? -No lo recuerdo con exactitud -dije-. Pero creo que fue hace veinte años. En efecto, veinte años atrás había presentado un monólogo en clave...
Una felicidad que yo no merecía
Viví los primeros veinte años de mi vida en la ciudad en que nací, Lima, la ciudad del polvo y la niebla, a orillas del mar enfermo que lame sus costas y de espaldas a una franja desértica que parece infinita. Viví catorce años con mis padres, asustado porque mi padre me insultaba y me pegaba, y seis años con mis abuelos, contento porque ellos sí me querían. A los veinte años me resigné a la...
Cháchara babosa
En los días ideales, hablo con muy poca gente y nunca por teléfono ni mucho menos por las odiosas conexiones visuales que facilita la modernidad. Intercambio palabras con mi esposa y con nuestra hija todavía menor de edad. A la hora tardía del almuerzo, pido lo de siempre, un pastel de espinacas y un jugo de frutos rojos, al camarero con el pelo rubio en el café al que vamos habitualmente. Luego...
La isla
En esta isla siempre hay una casa demoliéndose y otra construyéndose. Supongo que el progreso económico se mide en viejas casas destruidas, nuevas casas construidas. Las viejas casas que son demolidas se construyeron hace más de medio siglo, cuando esta isla se fundó. Entonces vinieron a vivir los veteranos de las guerras. Son casas pequeñas, de un solo piso, de techos bajos. Yo viví en una de...
Los efluvios de la vanidad
El tiempo no transcurre a la misma velocidad en todos los aviones. En los aviones cuyos asientos no se reclinan, el tiempo pasa más lentamente. En los aviones sin pantallas para ver películas, el tiempo avanza con viciosa morosidad. El avión que lleva al escritor itinerante Barclays a San José, Costa Rica, es un modelo antiguo, reñido con las comodidades de las aeronaves modernas. Los asientos no...
Atea y cleptómana
La tía Inés enviudó hace dos años o poco más. A su esposo Juvenal le dio un infarto, mientras fornicaba en un hotel con una prostituta de lujo. La noticia salió en los periódicos, en las páginas policiales. El chisme era demasiado bueno y se esparció deprisa, era inevitable. La pobre tía Inés quedó desolada. Ya era una mujer mayor, tenía sesenta y ocho años. Había dedicado toda su vida a...
Las cosas se arreglan cantando
El vuelo de Miami a Nassau dura cuarenta minutos, tiempo suficiente para que el escritor Barclays lea los periódicos en papel y coma un plátano. Su esposa Silvia, también escritora, se anuda en una crisis de nervios porque cree que el avión, en medio de una tormenta, va a precipitarse al mar. Barclays ha volado tantas veces sobre el Caribe que ya no se agita demasiado con las turbulencias. Los...
Un hombre es un archipiélago
En vísperas de partir con su familia a Bahamas, el escritor itinerante Barclays, halagado por el éxito de ventas de su más reciente novela, se dice a sí mismo que merece unas vacaciones. ¿Las merece realmente, o es complaciente consigo mismo? Un hombre que duerme doce horas diarias acaso no merece unas vacaciones, piensa el escritor trotamundos, porque, si duerme la mitad del día...
Los feos y los brutos
-¡Déjalo en paz! -le grita Zoe Barclays a una mujer que se acerca a su padre y le pide una foto. Barclays ama a su hija Zoe por mandar al carajo a esa mujer, quien no se da por aludida y, tras hacerse fotos con el escritor, le dice: -Ahora unas fotos con mis alumnos, por favor. Unos niños en uniforme rodean a Barclays, al tiempo que la mujer, que es la profesora o la guía, hace más fotos. Luego...
La esposa alcohólica
La crisis se originó hace pocos días, en la ciudad del polvo y la niebla: mi esposa salió de casa a mediodía, anunciando que almorzaría con su hermano, y regresó a medianoche, masivamente alcoholizada, tanto que su rostro era una mueca y sus palabras un galimatías. Por lo visto, el almuerzo duró doce horas: seis en un restaurante de pescados y seis más en un restaurante oriental. No sé lo que...