Esta semana ha sido devastadora para mí.

El domingo por la noche estaba tan triste que a duras penas podía hablar.

Siempre que he votado en elecciones presidenciales peruanas me ha tocado perder. Siempre. Y el domingo no fue una excepción.

La primera vez que pude votar como ciudadano peruano para elegir presidente fue en 1985. Yo tenía 20 años. El favorito era un candidato de centro izquierda, Alan García, apenas un joven de 35 años. Me opuse tenazmente a él. Le hice preguntas agresivas en la televisión de mi país. Cuestioné su salud mental, su equilibrio sicológico. Me gané su animadversión. Voté por el caudillo derechista Lucho Bedoya, que todavía sigue vivo, cerca de cumplir 100 años. Era amigo de mis padres. Montaba a caballo cerca de nuestra casa de campo. Lo veía en misa, con su esposa. Me parecía un gran tipo. No dudé en apoyarlo. Perdió, perdí, perdimos. Ganó Alan García. Su gobierno fue un desastre. Rencorosamente, me sacó de la televisión peruana. Tuve que irme a Santo Domingo a proseguir mi carrera.

La segunda vez que voté para elegir presidente fue en 1990. Apoyé públicamente, con entusiasmo, sin ambigüedades, a Mario Vargas Llosa, un gran escritor, un intelectual comprometido con la causa de la libertad. Vargas Llosa era el favorito. Lideraba una coalición de derechas. Era un opositor firme, elocuente, persuasivo, del presidente García. Jugué todo mi capital periodístico en apoyarlo. Los peruanos humildes le dieron la espalda. Lo veían como un hombre frío, distante, casi europeo, ajeno al Perú. Era demasiado buen candidato para ganar. No hacía concesiones con la verdad. Decía la verdad aun a expensas de su popularidad. Fue un candidato intelectual, insobornable, renuente a mentir o exagerar para ganar. Por eso perdió, perdí, perdimos. Ganó un desconocido, el ingeniero Fujimori, que había sido rector de una universidad. Hizo campaña con el dinero de su esposa. Quería ser senador, se contentaba con eso, pero los peruanos, siempre tan arriesgados o imprudentes a la hora de votar, confiaron en él para sacarnos del desastre en que nos había hundido García. Una semana después de su inesperada derrota, Vargas Llosa se fue del Perú. Dos años después, Fujimori dio un golpe de Estado, cerró el Congreso y se convirtió en dictador. Un dictador con masivo apoyo popular, todo sea dicho. No con el mío: al día siguiente del golpe, renuncié a la televisión y me fui del Perú.

En las elecciones de 1995 yo vivía en Miami y me negué a votar porque me parecía que los comicios estaban amañados a favor del dictador. Lo mismo me ocurrió el 2000, aunque escribí artículos en la prensa de Lima, deplorando la candidatura tramposa de Fujimori y apoyando al opositor Alejandro Toledo, a quien le hicieron un fraude bastante descarado.

El 2001 apoyé a la candidata de derechas, soltera, religiosa, conservadora, Lourdes Flores. Perdió, perdí, perdimos. Me peleé con Toledo y Vargas Llosa porque apoyé a su hija negada Zaraí. En la campaña Toledo mintió, dijo que no era su hija, pero, ya en el poder, se vio obligado a reconocerla.

El 2006 volví a apoyar, desde la televisión, la candidatura de derechas de Lourdes Flores. En la primera vuelta, quien obtuvo la más alta votación fue el candidato chavista, ex militar, nacionalista, financiado por la dictadura de Caracas, Ollanta Humala. Lourdes Flores estuvo a punto de pasar a la segunda vuelta, pero Alan García la superó por apenas 60 mil votos. De nuevo Lourdes perdió y yo perdí con ella. Ya en la segunda vuelta, todos los que no queríamos que el Perú fuese una colonia más del imperio chavista nos vimos obligados a votar por nuestra antigua bestia negra, Alan García, quien, en su segundo gobierno, demostró que no seguía siendo el populista chiflado de antes. Se había convertido, quién lo diría, en un liberal de derechas.

El año 2011 estuve tentado de ser candidato presidencial. Dos partidos estaban dispuestos a lanzarme: Cambio Radical y Acción Popular. Las encuestas me otorgaban una intención de voto nada desdeñable. Me seducía la idea de correr con una agenda liberal, libertaria. Varias razones me impidieron ser candidato: estaba mal de salud, no tenía dinero para solventar la campaña, y la voz del escritor que late en mí me decía: no te metas en política, que de allí no saldrás nunca, insiste en ser un escritor. Mi novia, a pesar de ser tan joven, veía con lucidez que, si me postulaba, perdería y, de paso, sería muy desdichado. Una vez que decidí no competir, terminé apoyando a Keiko Fujimori. Era mi amiga, sigue siéndolo. La había entrevistado varias veces en televisión. Había comprobado la fortaleza de carácter para aguantar preguntas agresivas sin enojarse o guardarme rencor. Siempre que la invitaba, venía al programa. No era el caso, por supuesto, del ex militar Humala. Nunca se atrevió a darme una entrevista. Seguía siendo chavista: ahora lo financiaban no solo desde Caracas, sino también los brasileros. Dudé: ¿apoyaba a mi amiga Keiko, o al exitoso banquero y financista, el millonario tranquilo Pedro Pablo Kuczynski? La derecha ilustrada no dudó en respaldar a Kuczynski, lo mismo que los jóvenes. Conocía a Pedro Pablo, lo había entrevistado, me caía bien, pero mi madre me había contado que él la trataba con cierto menosprecio, desdeñosamente, en las sesiones de directorio de la minera familiar, y eso me bastó para no apoyarlo. Apoyé a Keiko. Pasó a la segunda vuelta. Pareció que ganaría. Era la favorita faltando dos semanas. Pero los Vargas Llosa apoyaron resueltamente a Humala y le dieron el triunfo por unos 400 mil votos. Keiko perdió y yo me hundí con ella. Mis enemigos dijeron que Keiko me había pagado una fortuna por apoyarla. Desde luego era mentira.

Este año 2016 Keiko partió como amplia favorita. Parecía imbatible. En la primera vuelta sacó el 40 por ciento, más de 6 millones de votos. Quien a todas luces iba a quedar segundo y disputarle la presidencia, el joven, carismático y brillante Julio Guzmán, fue eliminado injustamente de la carrera por las autoridades electorales. Ello favoreció la resurrección política de Kuczynski, quien ya se había hundido en las encuestas. Eliminado Guzmán, repuntaron Kuczynski y la candidata de izquierda, Verónika Mendoza, que no dudó en decir que Leopoldo López era un golpista. Para suerte del Perú, Kuczynski quedó segundo y Mendoza tercera. La diferencia entre ambos fue estrecha, apenas 2 puntos porcentuales, unos 350 mil votos. Insólitamente, dos candidatos de derecha disputaron entonces el balotaje: Fujimori, de 41 años, de derecha popular, bajo la sospecha de ser autoritaria como su padre, y Kuczynski, de 77, de derecha ilustrada. Yo había votado en primera vuelta por Keiko y quise ser leal a mi amiga y voté por ella el domingo pasado. Pensé que esta vez le tocaba ganar. Una semana antes seguía claramente primera en las encuestas. Pero la victoria se le esfumó en los últimos días por errores gruesos que cometieron sus lugartenientes. Después de votar, y soportar el asedio de mis partidarios y detractores, y tomarme fotos al paso con todos ellos, volví a casa y vi que los conteos rápidos daban la victoria a Kuczynski. Contados el 100 por ciento de los votos, Pedro Pablo le lleva 41 mil votos a Keiko. Es una diferencia de 0.24 por ciento. Es, como se diría en el mundo hípico, una victoria por nariz, una llegada de fotografía. Keiko perdió y, de nuevo, yo perdí con ella.

Por lo visto, tengo tan mala fortuna en política que, en cinco años, no sería de extrañar que los principales candidatos peruanos terminasen suplicándome que, por el amor de Dios, no los apoye, o por lo menos no en público, para no echar sobre ellos la suerte adversa, torcida, esquiva, del desgraciado.

29 pensamientos acerca de “Que pase el desgraciado

  1. miguel

    de acuerdo contigo Jaime, climper la hizo perder al editar unos audios de su secretario general que dicho sea de paso ya esa «bomba periodistica» habia pasado a segundo plano mas bien ese reportaje trucho la hizo subir unos puntos, no debio mandar esos audios , otra cosa cuando vuelves a la tele peruana dijiste que en gobierno de humala nunca estarias pero ya ese inutil se va osea ya puedes volver ojala con el francotirador ahora q esta en alianza con panamericana que salgan despues de panorama te esperamos

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  2. arnaldo medina

    Lo que pasaa amigo es que tu o vos no sabes un cuerno de politica. No entendes un carajo porque sos un imbecil dandy burguesillo drogon homosexual Descerebrado de vida facil, ligero o sea: un tonto mas como todos los bobos de la derecha, hijos de papi, riquillo. Tu debes dedicarte siemprenomas a la pavada, superficialidad y al espectaculo chauuuuuu eres simpatico y escribes bien pero eres muy lighhhh en finnnnnn suerte besos hasta nuncaaaaaaaa

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  3. Beatriz

    Hr votado ..no con odios ,, no en contra de… no por conveniencia.. vote por convicción.. tal vez perdimos pero me quedo con la alegria que ejercí mi voto sin vergüenza y sin ocultarlo YO VOTE POR KEIKO,, perdimos lo acepto y Hay insultos y burlas Pero igual segire votando por conviccion asi nunca ganr..Sigue asi Jaimito lo mas importante es sentirnos en paz

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  4. Roberto Jimenez

    Lo importante es que se ha votado por un Presidente (del ejecutivo) que tiene conocimiento y munheca para manejar nuestro pais complejo, diverso y con mucha necesidades. Con ello quiero decir que harian bien los periodistas, abogados, literatos, cocineros o inexpertos en la gestion de gobierno – a abstenerse a postular en una futura Presidencia. Creo que es tiempo de tomar cada una de la cartera de ministerios con seriedad y eficacia – con mira a ese cambio y prosperidad que tanto necesitamos.

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  5. Marco Diaz

    Te sigo dia por día, programa tras programa desde Argentina, y es verdad que no pudiste ocultar la desazón en los de esta semana. Hay que decir que fuera de resaltar tu amistad, no nos contaste demasiadas virtudes de Keiko. Suelo compartir el 99,99% de tus opiniones, en todos los rubros, pero esta fue la excepción, no me bastó con la ancianidad de PPK para preferir a la hija del autócrata. El domingo, después de ver la tendencia casi irreversible, esbozé una sonrisa.
    Abrazos

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  6. Maria Elena

    Siempre es agradable leer tus escritos, sobre todo este «anecdotario político». Todos los peruanos esperamos lo mejor de este nuevo Presidente, y deseamos la mejor suerte para él en un gobierno dividido… Jaime, espero tener la oportunidad de conocerte, te admiro mucho y nos vemos pronto en Puerto Rico.

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  7. Lala

    Ppk ha vendido su alma
    Al Diablo con el apoyo de la
    Izquierda comunista. Tendra que pagarles el favor y los veremos en el gobierno en las proximas elecciones. Nadie lo ve? Nadie se da cuenta? Estan tan ebrios del triunfo que no ven el caballito de Troya que se Han ganado?

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  8. Jorge

    Lo unico que se que tenemos un presidente de lujo yo por primera vez gane nunca ganaba en elecciones .creo hubiera sido injusto que gane el fujimorismo que si bien tuvieron cosas positivas no les dio derecho a hacer lo que hicieron despues una real dictadura sin precedentes . Tengo fe en ppk un señor por fin un hombre decente en nuestro pais

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  9. Rodrigo Requejo Ortiz de Zevallos

    Excelente historia Jaime, así ocurrio ! A mi me vacila mucho el fujimorismo a pesar de que son corruptos y yo no lo soy! Que raro, a que se puede parecer eso….?
    Como le ganaron al terrorismo yo le di y les dare todos mis votos. Derepente estoy equivocado, pero yo me paro encima del bosque, en la copa mas alta y desde alli veo que el fujimorismo en el balance final fue positivo.

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  10. Rocio Kumar

    Pobre niño terrible yo no voto hace más de 15 años y por eso decía que gane el peor yo no vivo en el Perú y no sería justo votar por alguien que no me va a gobernar lo triste es ver que el país va de mal en peor ojalá y este gobierno sea diferente por el bien de todos los peruanos que no tiene la surte de emigrar como nosotros en fin este artículo fue súper cómico y lo disfrute al 100% como siempre me alegrar mis días besos y abrazos a tu bella familia ❤️❤️❤️❤️❤️❤️

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  11. Víctor Mogrovejo Carazas

    Tendrías a ser el equivalente a Lourdes Flores, que a quien apoyo pierde. Fuera de bromas una candidatura de Gaston Acurio y/o de tu persona le daría un mejor nivel a las elecciones del 2021.
    El Perú necesita personas en el gobierno que les guste servir al país, y no que les guste servirse del Perú.

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  12. Flor de Maria León Weiss

    El problema con la Sra Fujimori fue que perdió no porque sus «terratenientes», como los llamas aquí en un fallado intento de deslindarla de responsabilidad, eran corruptos sino porque ella nunca se divorció de la gente que esta en la cúpula de su partido–todas editando audios, sospechosos de narcotrafico y demás patrañas. Vimos lo peor y lo más sucio del Fujimorismo. Y cuando se victimizo y acusó a la gente que la trataban así «porque era mujer» (algo tan insultante para las mujeres que queremos ser reconocidas por algo más que nuestro género) y no pudo demostrar una historia laborar poniendo como excusa su maternidad (otra vez usando la «carta de mujer») nos hizo a muchos desconfianzar de lo que hubiera podido ser una excelente oportunidad de tener una mujer en la presidencia de nuestro país. Lo más triste de todo esto es que los Fujimoristas siguen diciendo que fue «por odio»–señores, cuando maduren políticamente y dejen de echarle la culpa a los otros (como hacen los niños), entonces tendrán la oportunidad de dirigir nuestro país.

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    1. Rosa campos

      Sra Weiss está tan «Orgullosa» de su apellido extranjero que lo pone expresamente? Se nota lo alienada que es Ud. El odio que destila hacia el fujimorismo se huele a leguas y eso la descalifica totalmente a opinar imparcialmente, ahora aplauden a PPK pero lamentablemente el gobierno de derecha de Ppk hará más grandes las brechas sociales y eso conlleva que haya más delincuencia, eso que es tan simple no lo entiende? Tiempo al tiempo.

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      1. José Dávila

        Muy de acuerdo con lo expreado por la Sra. Flor de Maria. El fujimorismo no tiene credenciales para volver a gobernar el Perú. He opinado muchas veces por las redes sociales y lo único que he recibido han sido insultos de grueso calibre y descalificaciones por mi posición, pero nada con argumentos debatibles como en su caso. Hay una corriente de fanatismo fujimorista que resalta sólo lo bueno pero que esconde todo lo malo de su lider, pero a la luz de lo que vemos siguen con sus mismas mañas y eso, felizmente, lo observó la población antes de votar, que por mas que se quiera blanquaer. El fujimorismo sigue con sus viejas pråcticas. Ganó el Peru y hay que apoyar al nuevo presidente, eso ees lo que corresponde..

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