AutorJaime Bayly

Yo soy una señora

Y

Los días comienzan sosegada, perezosamente, sin prisas ni alarmas. Son las doce del mediodía. He dormido con largueza todo lo que el cuerpo me ha pedido. En mi caso, la felicidad, o una sensación de bienestar que se parece tanto a ella, se desprende de las horas de sueño que me he permitido. Quiero decir: dormir poco me convierte en un individuo desdichado; dormir bastante me hace una mejor...

La rusa

L

Cuando era joven, quiero decir cuando tenía veinte años, y era famosillo en mi país de origen porque salía en televisión haciendo preguntas verbosas, acudía todas las semanas a unos baños turcos en la calle más coqueta del barrio señorial de San Isidro, en Lima, la ciudad donde nací. En esos baños turcos sólo para caballeros, había un tráfico promiscuo de senadores borrachos, animadores...

Es tarde ya para cambiar

E

Aquella noche regresé de la televisión y, al quitarme la ropa, advertí, perplejo, que mis calzoncillos estaban bañados en sangre. Nada me dolía. No tenía un corte, una herida. No había sufrido ninguna lesión. Pero había sangrado copiosamente por el orificio de mi colgajo genital. Mi mujer examinó la zona estragada y dictaminó que podía ser un problema en la próstata o una piedra en el riñón...

Foto de familia

F

Mi hermana mayor, artista, poeta, fue monja carmelita de clausura más de diez años, en un convento perdido en las montañas al sur del Perú. No quise visitarla. Era muy arduo llegar al convento. Una vez allá, no podías besarla, abrazarla, solo podías verla al otro lado de una rejilla. Ahora mi hermana, que escribe como los dioses, y corre olas todos los días, vive en una casa frente al mar, al...

Seis viejitos gobiernan el mundo

S

Tengo una curiosa debilidad por los viejitos, por la gente mayor. Parece ser que algunos viejitos también tienen una cierta simpatía por mí, o por mi programa de televisión. Es frecuente que una mujer joven me diga: mi mamá no se pierde tu programa, o mi abuelita no se pierde tu programa. No recuerdo a una señora mayor diciéndome: mi nieta no se pierde tu programa. La gente que viene al estudio...

No pudieron con nosotros

N

Este mes de marzo mi hija Zoe cumplirá ocho años. Le haremos una pequeña fiesta con sus mejores amigas en nuestra casa en la isla. Sus mejores amigas son una niña española, una mexicana y una venezolana. Luego le haremos otra fiesta en las montañas nevadas de Colorado. Este año no iremos a Lima a festejar su cumpleaños. Zoe vino al mundo en circunstancias más o menos complejas. Me había enamorado...

Mariposas

M

Estos días he cumplido cincuenta y cuatro años. El plan familiar era celebrarlos en las montañas nevadas de Colorado. Ese plan abortó de un modo inesperado y repentino que aún me sorprende. Había comprado los boletos aéreos con meses de anticipación. Había pagado dos habitaciones en un hotel al pie de la montaña. Viajaríamos mi esposa, nuestra hija de siete años, la nana de nuestra hija y yo...

Sueños

S

Hace muchos años no sueño que vuelo. Antes soñaba que volaba y aquellos eran los sueños más felices. Vivía en otra casa de esta isla y soñaba que volaba sobre la isla, sobre el parque de la isla. No volaba como los pájaros, no movía los brazos como si fueran alas, volaba flotando en el aire, planeando, como si fuera una cometa liviana impulsada por el viento. Han pasado fácilmente diez o quince...

Matar al colibrí

M

Tuve la mala suerte de ser el hijo mayor de mi padre. Me puso su nombre, que era también el de mi abuelo. Esperó que yo fuese como él: rudo, brutal, pistolero, matón, cazador de animales. Pero yo salí genéticamente opuesto a él, idéntico a mi madre: delicado, sensible, asustadizo, pusilánime, femenino, afectado. Yo era mi madre en miniatura, mi madre sin vagina. Mi padre era una bestia con mi...

De pronto era famoso

D

Hace pocas semanas he cumplido treinta y cinco años haciendo televisión, quiero decir saliendo en televisión. Aspiro a llegar a los cuarenta años exhibiendo mi rostro crecientemente mofletudo en televisión. Todo comenzó en un canal de Lima, cuando yo tenía dieciocho años y era estudiante de una universidad. El dueño del canal me llamó a su despacho. Leía mi columna política en un periódico...

Redes sociales