Categoríacolumna

¿Qué esperas para besarme?

¿

El inefable Barclays, estrellita presumida de la televisión, conoció a Shakira, cantante colombiana de formidable talento, hace veinticinco años. Barclays ya era famoso por su programa de entrevistas que se emitía desde Miami para las televisiones de América. Era delgado, tímido, esmirriado, los ojos achinados, cubiertos bajo un flequillo copioso que parecía una palmera, y acababa de publicar una...

La guerra de los Barclays

L

Cuando Barclays tenía veinte años, ganaba tanto dinero en la televisión, donde se exhibía como una estrella narcisista, torturando minuciosamente a los políticos con entrevistas punzantes, que se daba el lujo de vivir en el mejor hotel de la ciudad, en la suite presidencial, muy apropiada para sus sueños megalómanos, pues fantaseaba con ser presidente de la nación o dictador vitalicio, manejaba...

La codicia es una planta trepadora que no muere

L

Cuando la señora Dorita Lerner viuda de Barclays cumplió ochenta años, repartió la mitad de su fortuna entre sus hijos. Ahora se arrepiente de haber sido tan generosa. Temerosos de que viviera hasta los cien años o más, pues gozaba de estupenda salud, sus hijos la presionaron obstinadamente, majaderamente, para que les donase la mitad de su fortuna, heredada de su familia, dueña de minas, y ella...

La novia y el cubano

L

Faltando dos semanas para casarse ante las leyes de los hombres y ante las más severas leyes de Dios, Julia, que era atea, pero deseaba complacer a su novio, que era creyente, sufrió un repentino ataque de nervios y viajó sola a Miami, con la intención de entregarse a unas compras de último minuto y la certeza o la esperanza de que esos días de compras la calmarían. Su novio, Raúl, se ofreció a...

Los regalos envenenados

L

De regreso en su apartamento, tras cenar en casa de su madre, Barclays y su esposa escudriñan con espíritu crítico los regalos navideños que han recibido. En tono quejumbroso o burlón, la mirada crecientemente desdeñosa, desatada la lengua viperina, Barclays, el hermano mayor, examina los regalos que ha recibido de su madre y sus hermanos: dos libros religiosos escritos por el fundador del Opus...

La fiesta de los impíos

L

No ha sido fácil para Barclays y su esposa decidir que pasarían las fiestas navideñas en la ciudad en que nacieron. Ambos son individuos solitarios, ensimismados, que ven a la familia como una amenaza, una emboscada o una guerra de guerrillas de la que saldrán malheridos. Si bien quieren a sus familias, no necesariamente desean verlas a menudo, y menos en circunstancias navideñas, cuando la...

La venganza de Espinosa

L

-Tenemos que rebajarte el sueldo a la mitad. El dueño del canal de televisión, arrellanado en una poltrona, fumando un habano, alisándose el bigote con las manos, prosiguió con las malas noticias: -El canal está endeudado. Las ventas han bajado. Los acreedores nos exigen bajar los costos a la mitad. Si no lo hacemos, nos quitarán el canal. El dueño de la televisora parecía preocupado, pero no...

La monja atea

L

Después de doce años recluida en un convento carmelita como monja de clausura, Delfina del Mar despertó súbitamente una madrugada, temblando de frío, con la inquietante certeza de que Dios no existía. Estoy perdiendo mi tiempo en este convento que parece una prisión, pensó. Estoy malgastando mi vida rezándole a un Dios que no me escucha, se dijo. Debo escapar de este convento, se atrevió a soñar...

El argentino errante

E

Avergonzado de su país por el fracaso en la guerra de las Malvinas, harto de vivir bajo una dictadura militar, el argentino convenció a su esposa de probar suerte en otras tierras, vendió su apartamento en Buenos Aires a precio de liquidación y se mudó a Lima unas semanas después de que concluyera el mundial de fútbol jugado en España, en 1982. Eligió la capital peruana porque tenía un amigo...

El catador de chocolates

E

El escritor ex chileno Arturo Belano y el escritor ex peruano Jimmy Barclays se conocieron en Barcelona, hace más de veinte años. Muy joven, Belano había escapado de la dictadura militar chilena y malvivido como poeta clandestino, siempre con hambre, experto en hurtar libros, en la capital mexicana, y luego en las costas catalanas. Barclays, por su parte, había escapado de la dictadura familiar...